JOVEN NARANJENSE SE VA DE INTERCAMBIO A CHINA
El joven Alberto Valdivia de 25 años de edad nos platicó un poco sobre su experiencia del otro lado del mundo. Nos cuenta que vivió en China y durante su estadía estuvo viajando por algunas ciudades como Pekín y Tianjin, también visito el país de Japón, en el cual conoció ciudades como Tokio, Kioto, Osaka y Hiroshima.
Alberto Valdivia en su excursión a la Muralla China |
Debido a su alto rendimiento académico recibió una beca para poder estudiar en el extranjero, y a su corta edad de 22 años, emprendió este viaje. Para poder llegar a China hizo un viaje de aproximadamente un día en avión.
Nos cuenta que al llegar a China tuvo
muchas complicaciones ya que la mayoría de los residentes no hablaban el inglés
y lo que el sabia de chino era muy básico, pero con señas, y su celular pudo
encontrar el lugar que deseaba. Llegó 7 días antes de entrar a clases para
poder conocer un poco de la ciudad y durante ese tiempo estuvo viviendo en un
airbnb. Durante su estadía ahí, comió escorpiones, calamar, cucarachas,
víboras, etc.
Plática
que al entrar a la escuela la mayoría de los estudiantes viven dentro del
campus, y reciben una tarjeta (ID) que la ocupan para todo, desde para abrir su
dormitorio, hasta para comprar comida dentro del campus, ya que es como una
mini ciudad con tiendas, parques, departamentos, etc.
El
tenía un compañero de cuarto de Taiwan llamado Yuchuan (Max en inglés) y en un edificio aproximadamente
de 13 pisos, los estudiantes extranjeros vivían en el último. La vida de
Alberto en China se resumía en estudiar y conocer el país y sus distintas
ciudades.
Cuando
terminó el semestre viajo a Japón y estuvo viviendo en distintos lugares como airbnb,
hostales y hoteles capsulas. Se sorprendió de lo limpia que estaba la ciudad,
porque aunque china era un lugar grande había ciertos lugares sucios y sus
residentes no tenían modales.
Lo
que le gustaba mucho de Japón era la limpieza de la ciudad y la educación de
las personas. A pesar de que los japoneses tienen la fama de ser fríos para el
fueron personas muy cálidas y amables, siempre lo recibían bien y le ayudaban
en lo que necesitaba. “El
mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página” -San Agustín
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